De la música clásica japonesa se habla generlamente poco. Sin embargo, Japón no está exenta de compositores y un repertorio digno de ser tenido en cuenta.
Hoy quiero ofreceros esta obra del japonés Akutagawa: Rapsodia para orquesta.
El
compositor y director de orquesta imprime en esta pieza las colosales
dimensiones del sinfonismo y la música orquestal, demostrando una gran
influencia de los compositres y del estilo nacional ruso, pues fue el
primer compositor japonés que consiguió entrar ilegalmente en la Unión
Soviética de entonces enriqueciéndose de la música de Stravinsky,
Shostakovich entre otros.
Esta acusada influencia revela una
concepción más occidentalista que oriental de la composición, que hoy os
presento. También es caracteristica el estilo y el modo de composición
en el que Yasushi Akutagawa se decantó: las bandas sonoras.
Rapsodia
para orquesta, compuesta cuando tenía 36 años, es una obra sólida, de
gran fuerza y empuje, consistente. Se abre con una fanfarria que dará
lugar a un motivo que se repetirá en continuas ocasiones.
La clara línea melódica de la cuerda nos recuerda mucho a las obras del nacionalismo ruso.
Akutagawa, como ya os he comentado, dedicó gran parte de su
vida musical al cine hasta su muerte en 1.989, pero además nos dejó una
importante obra paralela.