Yo creo en el ser humano como tal y me pongo del lado de lo que considero injusto o justo y nunca de las ideologías dogmáticas que determinan y encauzan todo. El feminismo, como cualquier otra, depende de quien venga o, de como se diga, tiene un color diferente.
No cabe duda que durante siglos las mujeres, en general, han sido víctimas de una desproporción en el campo de la igualdad y la libertad de derechos, pero tampoco queramos ver el pasado desde las lentes del s. XIX cuando el movimiento feminista comenzó a dar sus pasos. Cuidado, no estoy justificando nada, simplemente limitándome a describir una realidad. De hecho, tampoco queramos ver determinadas culturas desde la mente occidental, siempre y cuando, eso sí, se hagan desde la más estricta de las libertades.
En estos días pude asistir al filme "Narmerl, la hermana de Mozart" una producción francesa dirigida por René Féret y protagonizada en su papel principal por Marie Féret, presentada en 2.010. Hay que aplaudir que, al menos, los franceses se interesen por temas interesantes y no por las frivolidades.
No sabemos mucho de Maria Anna Walburga Ignatia Mozart (Salzburgo, 1751 - Salzburgo, 1829), y lo poco que sabemos, a veces, se distorsiona desde tal o cual perspectiva, algo muy común en Historia.
Sabemos que era una excelente intérprete y, que posiblemente, aún a despecho de su padre, realizara composiciones. Decidir si tenía la genialidad de su hermano es entrar en especulaciones de escaso interés, pero lo injusto del tiempo en que vivió fue, el hecho de no poder haberlo demostrado, y esto, creo que sí, fue en contra de su voluntad.
Quería enlazar este post con otra noticia de interés que consiguió emocionarme, en los archivos de rtve se realizaba un merecido homenaje a Carmen Sarmiento. Y quisiera sumarme a ese reconocimiento, ahora que está viva y puede leerme y recibirlo, un homenaje póstumo carece de valor personal, aunque sirva para enriquecer la memoria colectiva de los pueblos.
Yo no comparto con ella su bandera feminista, lo siento, las injusticias no entiende de géneros, pero si el feminismo es lo que Carmen Sarmiento durante sus años de periodismo ha defendido, bienvenido sea. Porque son las mujeres, desde el silencio, las que cambian los cimientos y producen tsunamis en las conciencias, no aquellas que levantan la voz y proclaman a los cuatro vientos creando falsos mitos sobe el sexo opuesto o minusvalorando a estos por la condición de ser hombre y no mujer.
Y como dije al comienzo de este post, estoy con el ser humano que lo merece no con la condición sexual con la que llegó a este mundo. Desde esta posición, Namerl, por haber sufrido en silencio su falta de reconocimiento y, a Carmen Sarmiento, por estar del lado del que verdaderamente escribe la Historia, le debemos un profundo respeto y, debe ser causa de ejemplo, más allá de las etiquetas que desde mi punto de vista, desacertadamente, algunos colocan en beneficio de...
Le agradecemos que con su paso por el mundo Narmerl, desde la injusticia de su condición, Carmen Sarmiento desde la condición de la injusticia, insertó el bisturí allí donde el corazón siente.