Yo no voy aquí a realizar una retrospectiva de este excelente hombre, el que quiera que investigue, que eso nunca está demás.
Sin embargo, Paco Ibañez me ayudó a reafirmar un pensamiento que ha venido rondándome las últimas horas.
Durante algún tiempo he mantenido que la cultura era una sabiduría popular que en otros tiempos fue mejor, pero estaba convenidamente equivocado. La cultura nunca vino del pueblo, la cultura se formó en las universidades, con los intelectuales, que son los únicos a quienes verdaderamente les interesa.
Entonces, mi pensamiento es el siguiente: hemos perdido esta
voz, hemos perdido a esta juventud estudiantil que hoy no tiene la
visión que tuvimos los universitarios de otros tiempos. Ahí es donde
reside el verdadero drama de la cultura. Han aniquilado con las
maquinitas como ésta que ahora me ayuda a comunicarme con vosotros, mal
utilizada, pues todo invento tiene una función positiva y otra negativa,
con los móviles, con los whatapps, con los facebook y con toda esa
mierda que les tiene el coco comido, para no pensar. Hemos perdido a esa
juventud, hemos dejado que nos la roben los tecnócratas, los políticos,
los que siempre miraron de soslayo a los intelectuales.
A mi me entristece enormemente que aquella entrevista de la que hable 'en el anterior post sobre Jaime Urrutia se realizara en Uruguay y que ésta de Paco Ibañez se haga en Argentina ¿Qué estamos haciendo con nuestros artistas?¿Por qué le dejaron de lado?¿Por qué ya no interesan?
Escuchando a Paco Ibañez uno no tiene más remedio que mirar al cielo y gritar, coño, necesitamos hombres como éste y nos los están matando. Y nos venden matracas de pacotilla, como tercera fuerza política emergente, y hay quien se lo cree.
Aquellos auténticos que dicen la verdad, se ofenda quien se ofenda, con argumentos y con humildad están ya enterrados. Y necesitamos que vuelvan a las Universidades, no con el mensaje de tiempos pasados, que no vale cien por cien para estos tiempos, sino actualizado, renovado, y con lo mejor que pueda salvarse del pasado, que siempre será un referente para no caer en los mismos errores.
Os invito a que escuchéis la entrevista completa y que seáis capaces de emocionaros por la profundidad de su mensaje. No esperemos homenajes póstumos, ni palabrería barata de crítica de última hora. Ahora están aquí, y sus fuentes son frescas y verdaderas, ellos bebieron de los poetas y se convirtieron en vehículos de su transmisión.
El hombre más sabio no es el que más habla, sino el que más escucha, por eso, me callo y os dejo en compañía de Paco Ibañez