Estimados lectores:
Recordaros que el álbum TRIPARTITO bajo el subtítulo de Invernal, contiene canciones propias de estas fechas.
Como todos mis álbumes los fondos se destinan a acciones de tipo social o humanitario.
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CD Baby TRIPARTITO
jueves, 21 de diciembre de 2017
Música para estas fechas
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lunes, 11 de diciembre de 2017
LA MÚSICA TRADICIONAL EN ESPAÑA: EL MÚSICO DE OFICIO
El panorama de la
música tradicional en España es más que lamentable, es patético y dice mucho de
lo que somos y de lo que queremos.
Salvo regiones de
arraigada tradición (especialmente norte y sur del país), la música tradicional
está ausente de la vida pública y social y no digamos educativa.
Para quien quiera
darse una vuelta por la red, le adelanto que no encontrará proyectos de calado
que se interesen por esta cuestión. Como ya he comentado en otras ocasiones,
hemos cerrado la puerta a nuestro pasado, a nuestra historia, tal vez asociándola
o estableciendo paralelismos con la vida política.
El insigne
defensor del folclore, Miguel Manzano, en 1990 ya publicaba en El folclore musical en España hoy un
panorama desolador y profético: “Podemos afirmar sin ambages que la tradición
oral musical está hoy en España en el final de su última etapa de pervivencia”
(MANZANO).
La situación,
lejos de cambiar, ha empeorado. Con la entrada de la democracia en España también
se produjeron una serie de movimientos pro anglosajones que consideraba que la
música que nos llegaba de Reino Unido o EE. UU. de América del Norte era mucho más
“culta y moderna” que nuestros antiguas canciones y danzas con un marcado carácter
político y propagandístico. Esa falta de disociación, por otro lado pertinaz, dio
lugar a un florecimiento de lo que hoy se conoce como música popular que no hay
que confundir con tradicional, cuyo origen está emparentado con el término folklore
que se hispanizó como folclore. La música
tradicional daba sus últimos estertores de vida en España, y digo en España
porque como veremos, en otros países nunca hubo un posicionamiento tan radical
entre lo tradicional y lo popular.
La falta de interés
por la música tradicional en España es un problema sociocultural muy favorecido
por la emergente industria discográfica del momento que en su afán mercantil
dejó de apostar por ella y echarse en los brazos de las propuestas que en
aquellos primeros años no eran más que malas imitaciones de lo que hacían los
anglosajones. Un fenómeno, no obstante, que se extendió con la globalización
por todo el planeta.
Después llegó un
movimiento, pasada la década de los ochenta, de efervescencia de la música
latina y España, muy aficionada a consumir lo de fuera y desmerecer el producto
interior bruto, fue abriendo camino al mercado latino (infelizmente lo peor de
éste, es decir, el más comercial).
Para hacer
justicia, deberíamos decir que nadie puede poner barreras al campo, pero con
este argumento olvidamos porqué esto sucedió.
En el ámbito de
la Educación, el problema no es menor. Cualquier libro de texto actual puede
hacer una biografía perfecta del mejor de los cantantes de pop que pululan por
el globo, especialmente los norteamericanos. La Educación se ha preocupado
también, como las industrias discográficas de vender el producto y no atender a
nuestra historia musical, situación que puede agravarse con los movimientos
antisistemas.
Pero como hemos
dicho, en otros países, la música tradicional sigue teniendo un peso
importante. Es inconcebible que en los países del Este no se trate la música
tradicional, y no digamos ya en países de Asía y África.
Nuestros vecinos
portugueses, sin ir muy lejos, han cuidado mucho más su tradicional musical. Os
recomiendo encarecidamente la lectura de Mariana Freitas da Silva “ A música
tradicional portuguesa no ensino vocacional”. 2013
Además, está
presente en la vida social del portugués y no hablo sólo del fado sino de música tradicional de la
que ya he comentado en otros post en mi blog en portugués.
En Brasil o
Colombia también hay programas educativos encaminados a que sus músicas no se
pierdan o queden silenciadas o en el mayor de los absolutos olvidos. El
acordeonista Renato Borghetti, ha creado un taller-escuela que promociona la gaita-ponto, una variante del acordeón .
También en Cabo
Verde se han creado proyectos encaminados a tal fin.
La enseñanza de
la música, antes de la llegada de los Conservatorios, era un trabajo de oficio
que se transmitía de padres a hijos o de maestros a alumnos sin necesidad de
institución formal. La institucionalización y el funcionariado restaron valor
al trabajo de los maestros y con ello a que se transmitiera una cultura que
pasaba a las siguientes generaciones.
Creo, que a día
de hoy, la única manera de recuperar nuestra música tradicional es animar a
aquellos músicos, compositores o intérpretes que se mantienen a duras penas en
un mercado competitivo y agresivo, a que transmitan su conocimiento y recuperen
el espíritu de nuestra música nacional, como defendía Pedrell tal vez quitándole
las connotaciones políticas de la época que representó.
Recuperar
canciones, instrumentos y danzas tradicionales es una labor de heroicidad, pero
el intento vale la pena. Con ello, garantizamos que nuestra cultura no sea
olvidada ni tenga que ser considerada un instrumento de propaganda ideológica.
Sin duda, haremos Historia.
REFERENCIAS
CONSULTADAS:
MANZANO, Miguel El folclore musical en España hoy. 1990
Boletín Informativo de la Fundación Juan March. Madrid. Recuperado de: http://www.miguelmanzano.com/pdf/El_FOLKLORE_MUSICAL_EN_ESPANA.pdf
SILVA,
Marina Freitas de A música tradicional
portuguesa no ensino vocacional. 2013 Universidade do Minino Recuperado de:
http://repositorium.sdum.uminho.pt/handle/1822/28962
BRANDIMAGE Projeto Musical Tradicional 2015 Recuperado
de: http://www.brandimage.pt/projeto-musica-tradicional/
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martes, 31 de octubre de 2017
A mí con esos cuentos...
Es muy frecuente
encontrar y escuchar esta expresión en boca de cualquiera que no se deja
engañar o engatusar por otros.
Sin embargo, de
un cuento se pueden extraer otras muchas aplicaciones más allá de la arriba
citada.
Me centraré
principalmente en los valores, pero antes de hablar de ellos, es necesario
recordar algunos autores y filosofías de la moral ya que muchos o gran parte de
los contenidos de los cuentos tienen un componente que trata de establecer las
normas y puentes/barreras posibles en nuestras conductas.
Extraigo de un
artículo que publicó el polifacético pero sobre todo pensador Juan Cervera Borrás
y disponible en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes “La literatura infantil en la construcción de
la conciencia del niño”, las palabras de Locke quien apuntaba que la conciencia
sanciona o corrige el comportamiento como la idea que anticipa dicha sanción.,
o Kant que sostiene que la conciencia es la facultad que juzga la moralidad. (CERVERA)
El artículo de
Cervera da información interesante sobre por qué los niños se afanan a un
determinado cuento y no quieren desprenderse de él. Señala el autor que un niño
de tres años, cuando sus padres iban a trabajar solicitaba a quienes quedaban a
su cuidado el cuento de “Las siete
cabritillas” de los Grima hasta que sus padres llegaban. Quien recuerde el
relato advertirá que las cabritillas se tranquilizaban con la llegada de su
madre.
Hay, por lo
tanto, algo más que una base moral (discutible o no) en la Literatura
especialmente Clásica Infantil: la construcción de la personalidad o como
apunta Cervera, la construcción de la conciencia.
Sin embargo, yo
he optado en este post por el camino de los valores. En este sentido, Ramón Llorens García, del Departamento de Didáctica
y Literatura de la Universidad de Alicante abre dos categorías en la cuestión
de los valores.
Por un lado, los
literarios, que sin duda son la semilla que formará a futuros lectores o
escritores. Por otro, los sociales en los que cabe incluir algunos de viva
actualidad, como la multiculturalidad y la tolerancia o el medio ambiente y un
grupo que englobaría a la compasión, la amistad, la solidaridad, etc.
Desde mi punto de
vista, uno de los trabajos más completos llevados a cabo sobre la educación en
valores a partir de los cuentos infantiles de Purificación Salmerón
Vilchez en su tesis intitulada “ Transmisión
de valores a través de los cuentos clásicos infantiles” para la Universidad
de Granada, 2004.
Salmerón, desde
una perspectiva interdisciplinar sociocultural, pone en valor, y nunca mejor
dicho, la importancia cultural de la Literatura Clásica Infantil y su papel en
el desarrollo de la construcción que antes apuntábamos teniendo en cuenta que
intervienen factores de tipo sociológico, psicológico,
antropológico o pedagógico (SALMERÓN, p,3)
Para mí, lo más
interesante en relación a este post, es una serie de citas que es importante
recoger aquí sobre los grandes escritores de la Literatura Clásica Infantil:
Perrault, los Grimm, Andersen, etc.
Las reflexiones
que introduce Salmerón de estos padres de la literatura infantil se apoyan en
el carácter popular del que emanan muchas de sus historias o en situaciones
personales como ocurre con los cuentos de Andersen.
Por razones de
espacio, es imposible citarlas todas, así que me quedo con una de Perroult que ilustra
claramente la función moral predominante en la época, es por ello, que, aunque
se desconoce con exactitud si fueron autoría del propio Perrroult, se les
llamase “Cuentos de antaño con moralejas”.
Dice Perroult:
“Por frívolas y
extrañas que sean
todas estas fábulas
en sus aventuras, no hay duda de que excitan en los
niños el deseo de parecerse a los que llegan a ser felices y al mismo tiempo el
miedo a las desgracias en que cayeron
los malos por
su maldad”. (Perrault,
1694: prólogo de “Cuentos en verso”) (SALMERÓN, p. 94)
En uno de mis últimos años como docente, recuerdo que me
asignaron la asignatura de “Educación en valores” o algo así. No disponía de
ningún libro de texto al uso y apenas contaba con cuatro o cinco alumnos a
quienes se les había separado de la asignatura de Religión. Haciendo uso de mi
imaginación no se me ocurrió mejor manera que aprovechar estos cuentos
inmortales para transmitir determinados valores. Por aquel entonces no tenía
las dudas que hoy tengo de si el lobo de Caperucita Roja era tan malvado ni la
susodicha tan inocente y encontraba que mis discentes disfrutaban y entendían
conceptos básicos como bueno/malo y otros más profundos como que la belleza está
en el interior y no en lo exterior (La Bella y la Bestia) o la tolerancia a las
diferencias (El patito feo, ANDERSEN).
Y casi con la misma intencionalidad, algunos años después,
nacieron “ Cuentos en blancas y negras” incluido
en el álbum TRIPARTITO en el que yo entendía que no había mejor manera de
enseñar pedagogía musical que contar una historia cubriendo una doble función:
el aprendizaje de un instrumento (piano) a partir del propio mundo infantil.
Sería injusto decir que los actuales creadores y creadoras
de cuentos no están a la altura de aquellos ilustres maestros del pasado. A
otros tiempos, otros valores. El individuo tiene que ajustarse a la sociedad en
la que vive y no tanto la sociedad al individuo. Dicho esto, hay un patrimonio
inmortal que hasta hoy no nos parece, o al menos a éste que os escribe, caduco.
Mientras los cuentos infantiles perduren, también lo hará nuestra conciencia
moral que nos obliga como decía Locke a sancionar o corregir aquello que hemos
dado como norma para la convivencia.
REFERENCIAS:
CERVERA BORRÁS, Juan “ La
literatura infantil en la construcción de la conciencia del niño” Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Recuperado de. http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-literatura-infantil-en-la-construccion-de-la-conciencia-del-nino--0/html/ffbceca0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_5.html
LLORENS GARCÍA, Ramón F. “Literatura Infantil y valores” Universidad de Alicante. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/206248.pdf
SALMERÓN VILCHEZ, Purificación “ Transmisión de valores a través
de los cuentos clásicos infantiles” Tesis Doctoral. Universidad de Granada, 2004
Recuperado de: http://0-hera.ugr.es.adrastea.ugr.es/tesisugr/15487441.pdf
BEREKEKÊ Cuentos en blancas y negras. Álbum
Tripartitio. 2011 Distribuidor oficial CD Baby https://store.cdbaby.com/cd/berekeke8
BEREKEKÊ Cuentos en blancas y negras. Libro didáctico en
partituras. Distribuidor MusicaNeo https://joseantoniorodriguez.musicaneo.com/
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sábado, 28 de octubre de 2017
Virgencita de la Cueva
Hoy tampoco.
Asomado a la ventana, con resignación, un cielo celeste y un sol a sus anchas
y, hoy tampoco. Viento sí, desde hace días. Eolo perturbando más aún, si cabe,
las dolencias nerviosas y llamando a filas a los locos en su nombre. Tampoco
hoy ni una sola nubecita presagia el manantial de vida, la matriarcal insoluble,
inodora e incolora, casi invisible y rara vez inicua cuando es alimentada por
las fuerzas titánicas de las tempestades desolando a su paso el rincón más
recóndito del planeta. Tendremos que volver a creer en los dioses.
Y será a los
dioses o a la Providencia, a quienes encomendemos el facer y deshacer los
entuertos que torpemente ocasionaos a la madre Naturaleza. Estúpidos y necios
aquellos que dudan o cuestionan la amenaza del ser humano y su contribución con
prevaricación y alevosía de sus males.
En Chile, tras
una larga sequía que estaba afectando duramente a la economía de municipios y
del propio país, se recurrió al chamanismo para invocar a la lluvia. Que
parece, y no es leyenda, hizo acto de presencia para alegría de todos.
No hay cultura
ancestral que se precie que no haya recurrido al brujo, al mago o al chamán
para propiciar que los elementos, como fuerzas ocultas de los dioses que la
portan, tengan compasión de los pobres humanos que a ella recurrimos. Cantos,
danzas, músicas forman parte del imaginario colectivo y de su memoria que nos
llegan a los civilizados y racionales occidentales que todo pasamos por el
tamiz de la ciencia como un fraude, un mero juego infantil o una superstición
propia de un pueblo primitivo.
Sea como fuere
incluso a este servidor al que la ciencia ha educado bajo su yugo y su verdad, le queda un resquicio de duda del valor de tales rituales fuera del propio
interés turístico y económico actual.
En 1726, Valencia
sufrió una sequía generalizada y corría una leyenda de los milagros de la
Virgen de la Cueva. El pueblo, en la propia desesperación que los indígenas
tribales, entonó su ritual y el resultado fue una semana copiosa de lluvia y
una canción infantil con la que los escolares, casi siempre sin vocación,
cantan añadiéndolos a sus repertorios infantiles.
El Dr. Maseru
Emoto, llevó a cabo una investigación a principios de este siglo y que tuvo
como resultado un documental intitulado “ Los mensajes del agua”. En sus
pesquisas, Emoto (y así se evidencia en el filme) trató de demostrar utilizando
determinados recursos científicos, que las aguas “tratadas” daban lugar a
cristales que formaban en sus puntas hexagonales u ortogonales, una serie de
figuras geométricas de gran belleza, algo que no acontecía en aquellas que no
estaban “tratadas” dígase por ejemplo en las aguas que producen los grifos en
cualquier casa de Japón.
Sus experimentos
y su certeza avivaron la polémica del mundo científico que los consideró de
truculentos y fraudulentos y no se ajustaban la rigor científico en modo
alguno. Tal vez sea cierto, pero ¿qué potestad tiene la ciencia para probarlo y
determinarlo todo?, ¿es la ciencia la última palabra?, ¿puede acaso la ciencia
y el mundo civilizado erigirse como la voz de todo lo que sucede en el
Universo?
Yo no sé qué
mensajes los cristales de agua del Dr Emoto pudieran revelar, pero en su
discurso abre la puerta a un término muy oriental y que Occidente siempre ha
desdeñado: la energía.
El investigador japonés, de ser cierto y
contrastable y pasarlo por el escáner de la verdad y no del negocio, había
llegado a la conclusión de que las palabras tienen una fuerza, una energía
capaz de alterar los materiales, en este caso, el agua. En el documental se
observa (no digo se demuestra)), que con la Serenata Nocturna de W.A. Mozart,
la Novena Sinfonía de Beethoven o la del Nuevo Mundo de Dvôrak, el agua formaba
estas increíbles y maravillosas figuras. También, por supuesto, con música
tradicional japonesa. Pero lo más insólito es comprobar como ante determinadas
palabras el agua se comportaba de un modo u otro.
Y ya que estamos
metidos en materia, la casi siempre arrogante, omnipresente y fiable ciencia,
en manos de José Luis Díaz Gómez, entre otras cosas médico cirujano de México,
en su artículo “La conciencia del budhismo: la mente plena”, dice los
siguiente:
“Un aspecto de la
conciencia que adquiere gran relevancia es el de la energía, que tienen ciertos factores mentales cuando se comparan
con otros.” (Díaz, pag. 11).
Si esto lo digo
yo, o un simple budista muchos habrán cogido ya la piedra para arrojarla, pero
si viene de un investigador asociado a los departamentos de Neurociencia y
Psiquiatría, algunos tendrían que volver a dejar la piedra en el suelo.
Toda esta
parrafada de este servidor vuestro quiere concluir en un deseo: aunar nuestro
sentimiento de energía como lo hacen
aquellos que piden el día del apagón (que en realidad son horas). Hagamos un
esfuerzo y pongamos esa energía en
una única dirección. ¡Que llueva, que llueva!- Como decía alegóricamente la
comparsa gaditana de Joaquín Quiñones ¡Tiene que llover a cántaros! Para
limpiarlo todo, lo mismo dará con agua bendita que con bendita agua.
REFERENCIAS:
VIRASSO, Mensaje del agua Documental extraído de
Youtbe. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=01gYfRr4boI
Wickepdia. Entrada: Maseru Emoto. Documento
electrónico recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Masaru_Emoto
DÍAZ GÓMEZ, José Luis La
conciencia en el budhismo: la mente plena. Artículo publicado en
rebapveracruz México. Recuperado de: http://espirituyzen.org/wp-content/uploads/2013/05/La-conciencia-Plena.pdf
LANDETE MANCEBO, Marta. “Que
llueva, que llueva la Virgen de la Cueva” tiene orígen valenciano. Publicado
en TOP VALENCIA Recuperado de: http://topvalencia.net/llueva-virgen-cueva-origen-valenciano/
QUIÑONES MADERA, Joaquín ROMERO BEY, Juan Manuel El chaparrón. Comparsa del COAC 2012
Cádiz. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=GdlM21Lvj_A
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jueves, 12 de octubre de 2017
NO OLVIDEN CERRAR LA PUERTA, GRACIAS
Leo en el periódico
digital EL PAÍS la noticia de la salida de Donald Trump de la UNESCO. Y digo
Trump porque dudo mucho que a un país como los Estados Unidos de América del
Norte le pueda representar su actual presidente. De hecho, ya ha conseguido el
descontento de los negros, de los refugiados, de la Unión Europea, de los
latinos y hasta de aquellos que siendo de su propio partido no dan crédito de
la empresa a la que iba a someter Trump a su país.
Verdaderamente no
es una gran noticia, o al menos, no es una noticia inesperada, cada día hay una
ocurrencia nueva y ya cualquier cosa es posible.
Acto seguido, el
hermano menor de EE.UU., es decir Israel, en boca del hijo de Satanás, es
decir, de su primer ministro, ha anunciado también su salida. Era evidente ya
que los norteamericanos que se sienten representados en Trump argumentan cierto
acoso hacia su país amigo. Tampoco, por lo tanto, es una sorpresa. Eso sí, el
primer ministro de Israel ha anunciado nuevamente una dura represión contra el
pueblo palestino y continuar con su política de asentamientos.
Ni siquiera los
Busch, a los que le reconozco ciertos méritos, se han atrevido con tamaña osadía
de dejar sin representación a los Estados Unidos de Norteamérica.
A grandes rasgos,
a mí todo esto no me preocupa demasiado, ya que ni los indios nativos de América
del Norte, ni los de origen africano han sido representados y respaldados en la
UNESCO ni se les ha reconocido públicamente como dueños de propio derecho de
aquellas tierras. El westernrianismo vuelve a recobrar vida y a recuperar el
puro estilo Reagan.
Estos tiempos
convulsos están aflorando viejos fantasmas del pasado o ya que estamos próximos
a Halloween, a la resurrección de zombies afanados en pensar que aún siguen
vivos.
En un titular
posterior, y eso sí que es preocupante y estremecedor, El País trata El caso de Alcácer, al que injustamente sólo se le nombra como asesinato o crimen cuando
en realidad fue de un verdadero horror, una monstruosidad que escandaliza y
hace sentir vergüenza de la condición humana. Infelizmente no fue el único y
observamos con tristeza e impotencia como asesinos de este calibre no están
encarcelados, se desconocen culpables, se archivan casos y se entra en
profundas contradicciones sobre el valor de la justicia partiendo del hecho de
que sin justicia y sin ley no es posible la menor convivencia.
Por ello, lo que
el señor Trump y su segundón hagan de la UNESCO me la refanfinfla.
Eso sí, no
olviden cerrar la puerta, gracias.
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domingo, 20 de agosto de 2017
La guitarra clásica: orgullosa de su exportación
Hay una tendencia
para los que no gozan de cierto nivel cultural musical a confundir guitarra
clásica y guitarra flamenca. A grandes rasgos la diferencia es sutil pero
haberla hayla. Por eso, no es ético decir que Paco de Lucía es un guitarrista
clásico, o al menos, a mi no me lo parece.
Los orígenes de
la guitarra también resultan ora confusos ora tergiversados. Hay quien la
considera heredera directa de la vihuela renacentista y hay quien descarta
cualquier relación con ella aún cuando ya Alonso Mudarra compusiera algunas
piezas que no quedan del todo definidas ni para una ni para otra.
Pero no es la
intención de este post hacer un recorrido cronológico u organlógico por el
maravilloso mundo de este cordófono. No, como bien indica el título de este
post observo, como en tantas otras cuestiones nacionales, un injusto descuido
del valor de la guitarra clásica.
En un breve
recorrido por el canal de videos más popular de internet resulta por un lado
desesperanzador y por otro orgullo patriótico (término hoy muy denostado)
escuchar las obras de nuestros grandes compositores españoles como Tárrega,
Albeniz, Rodrigo, etc en manos allende de nuestros mares y tierras, si lo son,
lo fueron o lo serán.
En un enlace que
más abajo pongo a vuestra disposición, comprobareis la proporción de
intérpretes de guitarra clásica españoles y no españoles.
Ignacio Ramos
Altamira, en su artículo “Historia de la guitarra y los guitarristas españoles”
pone el acento en esta cuestión. Los franceses, como casi siempre, nos tomaron
la delantera en hacer suyo un instrumento eminentemente español en manos de
laudistas que se interesaron por ella Hablamos del s. XVI y de nombres tan ilustres
como Leroy o Mrolays,. (Altamira, pag. 27)
No quiero entrar
tampoco en discusiones sobre las interpretaciones de piezas españolas en manos
de guitarristas no españoles, pero ciertamente, a algunas le faltan espíritu y
a otras precisión (incluso tocadas por eminentes figuras de la guitarra de origen
español que por respeto no quiero nombrar)- Otras, en cambio, son envidiables y
ofenden por en cuanto uno mira con cierta tristeza a qué se dedica la juventud
española hoy en día y cuáles son sus aficiones. La inmensa mayoría entregadas a
consumir y nunca a deleitarse con el aprendizaje de algo y la creación.
Verdaderamente, un desperdicio nacional.
Que la guitarra
clásica fuese admirada y beatificada en Latinoamérica no resulta del todo
incomprensible. Tampoco entre nuestros vecinos portugueses e incluso si me
apuran, ni en los estadounidenses, intérpretes algunos de muy buen calado. Pero
menos común resulta que China o Japón, por citar dos países de culturas bien
diferentes, hayan encontrado en la guitarra un modo de expresión tan
antojosamente inexplicable. Sin embargo, y desde los tan atacados hoy
nacionalismos, reduciendo todo a sus males y sin considerar sus beneficios,
Rusia sintió también un verdadero placer como nos lo demostró Sergei Rudnev ,
1955 quien en el prólogo de su obra “The russian collection vol. III” Editado
por Orphee, manifiesta con apasionado sentimiento sobre la música folclórica
rusa interpretada a guitarra. De nuevo envidiable. En ese mismo prólogo
sostiene, y ratifico, que el proceso de ruptura con la cultura es irreversible.
Si la guitarra
clásica está viviendo a día de hoy el camino recorrido por sus antepasados
directos o indirectos, siempre le quedará París, o sea, volverá como todos
ellos. Ahí tenemos a Daniel Zapico recuperando la tiorba o la resistencia de un
Jordi Savall y su magnífico equipo envidiado pero ahora desde fuera.
Eso sí, ante esta
enfermedad terrible que padece nuestras sociedades de querer enterrar el
pasado, especialmente la sociedad española, como siempre alabando lo foráneo y
convirtiendo al laicismo nuestra cultura en cualquiera de sus manifestaciones,
como digo ante esta enfermedad, la guitarra clásica no ha muerto, aunque aquí
ya le hemos dado sepultura, tal vez con la finalidad de algún día resucitarla y
honrando la memoria de sus compositores e intérpretes ilustres.
REFERENCIAS:
RAMOS ALTAMIRA, Ignacio “Historia de la guitarra
y los guitarristas espñoales” Editorial Club Universitario Alicante, España 2005
RUDNEV, Sergei
“Russian collection vol. 3” Ed. Orphee. 1994
Guitarristas
clásicos. Recuperado de compos.com.es https://sites.google.com/site/composguitar2/guitarristas-clasicos
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jueves, 25 de mayo de 2017
Rosendo Mercado y el valor de la integridad
Mi adolescencia coincidió con uno de los momentos claves en la historia de la música popular española: la movida o la década prodigiosa.
Nunca me adscribí a un estilo concreto, me gustaba lo que me gustaba y me dejaba guiar por lo que consideraba "bueno o malo" desde la percepción de un chico con granos en la cara.
Por aquellos años, Rosendo Mercado estaba en Leño, aunque anteriormente yo también había transitado por los mundos de su anterior banda Ñu. Tal vez porque nunca fui un rebelde, la música de Rosendo no estaba entre mis discos de preferencia, pero sí los escuchaba tratándome de acercar a por qué decía o escribía y tocaba de aquella manera.
Ahora, que ya pinto canas y desde la retrospectiva, Rosendo representa un referente de lo que se dió en llamar el rock urbano, como si alguna vez el rock hubiera sido rural, pero bueno, vamos a dejarlo ahí, pues entiendo lo que se quiso decir en su momento al diferenciarlo de otras formas de rock.
Leño y posteriormente Rosendo no era lo más brutal o rebelde que se hacía en aquella época aunque pudiera parecerlo, todo en general era transgresión, incluso grupos de la ola tecno, en las antípodas del rock, lo hacían con irreverencia y tal vez en ello estaba su éxito.
En una entrevista que nos permite las nuevas tecnologías actuales, he descubierto a un hombre de una integridad poco común en estos tiempos que corren. No digo que sea el único, pero es especie de extinción. Rosendo nos cuenta en ella su trayectoria musical y las dificultades que suponía hacer rock en aquellos momentos pero lo más interesante es que no le importaba si con ello ganaba cuatro duros. Es lo que diferencia al artista del famoso y que hemos tratado en otros post en más de una ocasión.
La fidelidad al estilo puede ser vista también negativamente, algunos pueden pensar que con ello no se progresa, pero sería erróneo caer en esa tentación, porque el progreso más que del género en el que se compone se visualiza en el estilo y en el modo de hacer otras cosas sin dejar de ser uno mismo.
Rosendo Mercado, fiel a su principio de chico de barrio, a renunciado a la estupidez de una estatua propuesta por Ahora podemos y su alcaldesa. Y me parece de la mayor sensatez que no quiera que le entierren en vida y tambien renuncie a la medalla que se le quiere otorgar porque en los tiempos donde había menos papas y mucha marignalidad Rosendo nunca contó con esos ofrecimientos que ahora se quieren hacer como presagiando un fatla desastre.
Independientemente de que te guste la música de este artista fiel a su proyecto musical, a mi me ha dado una gran lección de vida, uno sólo debe renunciar a sus principios si cree que existen motivos para ello y otros mejores que lo superen. Gracias Rosendo y que viva el rock´n´roll
Entrevista Rosendo Mercado por Rock
Nunca me adscribí a un estilo concreto, me gustaba lo que me gustaba y me dejaba guiar por lo que consideraba "bueno o malo" desde la percepción de un chico con granos en la cara.
Por aquellos años, Rosendo Mercado estaba en Leño, aunque anteriormente yo también había transitado por los mundos de su anterior banda Ñu. Tal vez porque nunca fui un rebelde, la música de Rosendo no estaba entre mis discos de preferencia, pero sí los escuchaba tratándome de acercar a por qué decía o escribía y tocaba de aquella manera.
Ahora, que ya pinto canas y desde la retrospectiva, Rosendo representa un referente de lo que se dió en llamar el rock urbano, como si alguna vez el rock hubiera sido rural, pero bueno, vamos a dejarlo ahí, pues entiendo lo que se quiso decir en su momento al diferenciarlo de otras formas de rock.
Leño y posteriormente Rosendo no era lo más brutal o rebelde que se hacía en aquella época aunque pudiera parecerlo, todo en general era transgresión, incluso grupos de la ola tecno, en las antípodas del rock, lo hacían con irreverencia y tal vez en ello estaba su éxito.
En una entrevista que nos permite las nuevas tecnologías actuales, he descubierto a un hombre de una integridad poco común en estos tiempos que corren. No digo que sea el único, pero es especie de extinción. Rosendo nos cuenta en ella su trayectoria musical y las dificultades que suponía hacer rock en aquellos momentos pero lo más interesante es que no le importaba si con ello ganaba cuatro duros. Es lo que diferencia al artista del famoso y que hemos tratado en otros post en más de una ocasión.
La fidelidad al estilo puede ser vista también negativamente, algunos pueden pensar que con ello no se progresa, pero sería erróneo caer en esa tentación, porque el progreso más que del género en el que se compone se visualiza en el estilo y en el modo de hacer otras cosas sin dejar de ser uno mismo.
Rosendo Mercado, fiel a su principio de chico de barrio, a renunciado a la estupidez de una estatua propuesta por Ahora podemos y su alcaldesa. Y me parece de la mayor sensatez que no quiera que le entierren en vida y tambien renuncie a la medalla que se le quiere otorgar porque en los tiempos donde había menos papas y mucha marignalidad Rosendo nunca contó con esos ofrecimientos que ahora se quieren hacer como presagiando un fatla desastre.
Independientemente de que te guste la música de este artista fiel a su proyecto musical, a mi me ha dado una gran lección de vida, uno sólo debe renunciar a sus principios si cree que existen motivos para ello y otros mejores que lo superen. Gracias Rosendo y que viva el rock´n´roll
Entrevista Rosendo Mercado por Rock
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domingo, 14 de mayo de 2017
Britishvision y la mediocridad
Eurovisión 2017 nos ha vuelto a enjaular en el anglofilismo. Un set de músicas intrascendetales, faltas de personalidad (ya que a much os no les gusta la palabra identidad) y tan huecas como el propio Festival consagrado a la causa colonial británica.
Pero, por una vez, Portugal, Italia, Hungría o Francia, han demostrado que hay otra Eurovisión alejada de la influencia de una lengua que parece determinar el futor de una Europa extraña que por un lado dice adios al Reino Unido y por otro abraza el inglés como lengua plantetaria.
Nadie puede engañarse, ni debe si considera que Eurovisión es una plataforma de variedad de culturas que nos hace iguales en la diferencia.
El festival, que no es tal, sino un concurso, premia a una determinada canción haciéndola fruto de la manida competición, del mejor, la mejor, y entonces cae por su propio peso ya que el arte no puede sustanciarse al Olimpo de los dioses y diosas, no puede ser el altar del sacrificio por el cual una determinada canción se impone a otra ¿bajo qué criterios?.
La homogeneización que vive el planeta está en consonancia atractiva con el citado concurso de Europa, una Europa que sigue siendo irreconocible, cada vez menos identitaria de sus raíces y valores propios. En ese afán de hacernos ciudadanos y ciudadanas del llamado primer orden, nos quita nuestra vestimenta cultural y nos coloca el estigma de la igualdad europea.
Hay una Europa de las diferencias, pero nadie quiere verla. El miedo al pasado, a las vinculaciones nacionalistas nos deshereda de una lengua, de un estilo, haciéndonos huérfanos en el hospicio de Europa que vela por nostros y nosotras.
Afortunadamente, los países arriba citados y el propio jurado del concurso ha llegado a la conclusión de que el idioma es la máxima representación de un país, porque con él se mueven otros aspectos culturales y sentimentales, pero como he dicho, ¿en base a qué la cultura puede medirse en el podium de las condecoraciones?.
La única Eurovisión capaz de resurgir como Ave Fénix es aquella que obvia que un concurso no puede ser un festival, que un festival es el encuentro de culturas y que en esas culturas se da un proceso de intercambio en el que no existe una lengua común que nos representa, sino la propia que nos define.
Felicidades Portugal y Salvador, por haber dado ese primer paso.
Pero, por una vez, Portugal, Italia, Hungría o Francia, han demostrado que hay otra Eurovisión alejada de la influencia de una lengua que parece determinar el futor de una Europa extraña que por un lado dice adios al Reino Unido y por otro abraza el inglés como lengua plantetaria.
Nadie puede engañarse, ni debe si considera que Eurovisión es una plataforma de variedad de culturas que nos hace iguales en la diferencia.
El festival, que no es tal, sino un concurso, premia a una determinada canción haciéndola fruto de la manida competición, del mejor, la mejor, y entonces cae por su propio peso ya que el arte no puede sustanciarse al Olimpo de los dioses y diosas, no puede ser el altar del sacrificio por el cual una determinada canción se impone a otra ¿bajo qué criterios?.
La homogeneización que vive el planeta está en consonancia atractiva con el citado concurso de Europa, una Europa que sigue siendo irreconocible, cada vez menos identitaria de sus raíces y valores propios. En ese afán de hacernos ciudadanos y ciudadanas del llamado primer orden, nos quita nuestra vestimenta cultural y nos coloca el estigma de la igualdad europea.
Hay una Europa de las diferencias, pero nadie quiere verla. El miedo al pasado, a las vinculaciones nacionalistas nos deshereda de una lengua, de un estilo, haciéndonos huérfanos en el hospicio de Europa que vela por nostros y nosotras.
Afortunadamente, los países arriba citados y el propio jurado del concurso ha llegado a la conclusión de que el idioma es la máxima representación de un país, porque con él se mueven otros aspectos culturales y sentimentales, pero como he dicho, ¿en base a qué la cultura puede medirse en el podium de las condecoraciones?.
La única Eurovisión capaz de resurgir como Ave Fénix es aquella que obvia que un concurso no puede ser un festival, que un festival es el encuentro de culturas y que en esas culturas se da un proceso de intercambio en el que no existe una lengua común que nos representa, sino la propia que nos define.
Felicidades Portugal y Salvador, por haber dado ese primer paso.
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miércoles, 29 de marzo de 2017
Korrontzi: el compromiso con la tradición
Es dificil no encontrar en el País Vasco (a mí me sigue gustando llamar Vascongadas) algún elemento que no evoque las tradiciones de estas tierras. Es un orgullo para el pueblo vasco y un deleite para quienes no hemos nacido allí pero amamos igual esos rincones.
Desde 2.004, Korrontzi ha demostrado un fiel compromiso con la tradición, una palabra que como ya he comentado en más de una ocasión está llena de connotaciones políticas, religiosas, etc y que hoy pesan de una manera injusta y cruel.
Viene, el nombre de esta banda de Euskal Herria, de un viejo trikitilari que acostumbraba a bajar a la plaza del pueblo los domingos a amenizar con su música. Pocos nombres hacen tan merecidos homenajes a quines asumen tamaña empresa de conquistar las almas de los aldeanos y aldeanas para hacerlos bailar y cnatar.
Se lo debemos, en parte, a Agus Barandiaran, trikitilari que ha querido seguir manteniendo las costumbres instrumentales con este acordeón diatónico de orígen vasco. Y digo en parte, porque detrás siempre hay un equipo, una banda que permite hacer relaidad los sueños o al menos, darle una mayor riqueza y color musical y artístico.
Manifiesta Barandiaran que hablar de Kepa Junkera es hablar del maestro y nadie podría argumentarle lo contrario a quien ha tenido la osadía en estos tiempos de recuperar aquello que nos pertenece ora porque lo consideramos como identitario ora porque pertenecemos a una tierra y a una costumbre y a ella nos debemos.
Gracias a una ocasional visita en una consulta de investigación, en un canal de videos conocido, tuve la enorme oportunidad de escuchar a Korrontzi interpretando las biribiltekas o el tapiatarren fandango.
Muchos y muchas hay quienes se persignan cuando se habla de folklore viendo fantasmas de un pasado que está enlazado con el presente que ahora vivimos. Ni la música, ni la cultura son propaganda política ni religiosa, sino la raíz de las que emanan nuestras sociedades y aunque nos asusten ciertas letras de canciones tradicionales tenemos como obligación no olvidarlas porque ningún otro testamento mejor podremos dejar cuando ya no pertenezcamos a ellas.
Web oficial de Korrontzi
Desde 2.004, Korrontzi ha demostrado un fiel compromiso con la tradición, una palabra que como ya he comentado en más de una ocasión está llena de connotaciones políticas, religiosas, etc y que hoy pesan de una manera injusta y cruel.
Viene, el nombre de esta banda de Euskal Herria, de un viejo trikitilari que acostumbraba a bajar a la plaza del pueblo los domingos a amenizar con su música. Pocos nombres hacen tan merecidos homenajes a quines asumen tamaña empresa de conquistar las almas de los aldeanos y aldeanas para hacerlos bailar y cnatar.
Se lo debemos, en parte, a Agus Barandiaran, trikitilari que ha querido seguir manteniendo las costumbres instrumentales con este acordeón diatónico de orígen vasco. Y digo en parte, porque detrás siempre hay un equipo, una banda que permite hacer relaidad los sueños o al menos, darle una mayor riqueza y color musical y artístico.
Manifiesta Barandiaran que hablar de Kepa Junkera es hablar del maestro y nadie podría argumentarle lo contrario a quien ha tenido la osadía en estos tiempos de recuperar aquello que nos pertenece ora porque lo consideramos como identitario ora porque pertenecemos a una tierra y a una costumbre y a ella nos debemos.
Gracias a una ocasional visita en una consulta de investigación, en un canal de videos conocido, tuve la enorme oportunidad de escuchar a Korrontzi interpretando las biribiltekas o el tapiatarren fandango.
Muchos y muchas hay quienes se persignan cuando se habla de folklore viendo fantasmas de un pasado que está enlazado con el presente que ahora vivimos. Ni la música, ni la cultura son propaganda política ni religiosa, sino la raíz de las que emanan nuestras sociedades y aunque nos asusten ciertas letras de canciones tradicionales tenemos como obligación no olvidarlas porque ningún otro testamento mejor podremos dejar cuando ya no pertenezcamos a ellas.
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martes, 17 de enero de 2017
La quintaesencia del circo
En estos días se está hablando mucho en los medios de comunicación de la crisis o desaparición del mayor espectáculo del mundo, como se diría en aquella famosa películo de 1952 con un elenco de actores y actrices envidiable.
Pero el circo como espectáculo, como le sucedió al teatro o a la ópera, no está condenado a su extinción sino a su renovación. Los tiempos cambian nos guste o no.
El nuevo paradigma que se le presenta al circo como género artístico, pues sin duda es un arte, requiere una toma de conciencia en la que las formas no estén supeditadas a mensajes que eran subliminares en el pasado o no tenidos en cuenta, como la explotación de animales (aunque también las hubo de personas me acuerdo ahora también de Elepahnt man, otro gran filme), sino a un concepto en el que nadie se sienta con el remordimiento de pagar una entrada por asistir a una exégesis de lo que allí ocurre consciente o inconscientemente.
El circo siempre ha tenido la facilidad de reinventarse. Recordemos que su antecedente más directo es el romano imperail de principios de siglo en la era de Jesucristo. Y desde entonces, siempre ha encontrado nuevas fórmulas de acercamiento a los espectadores o receptores, siendo éstos cada vez más participantes del proceso artístico.
No creo que haya muchas personas en el mundo, al menos en el que llamamos civilizado, que no haya disfrutado con una función de circo. La magia, el malabarismo, los payasos son, en parte, los elementos en los que reside la estructura sólida de este tipo de manifestaciones. Por tanto, lo que se cuestiona no es la validez o no de éste, sino la de ciertas prácticas que no tienen cabida en el mundo actual y que en gran medida se debe al fortalecimiento de movimientos como los pro-animalistas.
Pero sería absurdo pensar que esta crítica que se hace de ciertas prácticas no haya estado en la mente de cualquiera de nosotros. En más de una ocasión hemos oído noticias de vejaciones que nos deberían avergonzar como personas, como seres humanos. La privación de libertad de muchos de estos animales, las malas condiciones de cuidado, el maltrato físico y posiblemente psicológico (¿han oído hablar de la depresión de los perros?). Todos estos condicionantes no sirven para enterrar al circo como uno de los mayores atractivos de niños y mayores, sino de parte de su construcción que ha quedado obsoleta y que debe ser sustituida con creatividad e inspiración.
El circo, y creo no revelar nada, es un mundo duro más allá de lo que se ve el día del estreno, como lo son en general las artes: infravaloradas, mal pagadas, poco reconocidas, etc
La quintaesencia del circo está, por tanto, en su propio mundo fantástico y mágico que no puede ni debe morir porque indiscutiblemente asesinarían a la vez la posibilidad de abstraerse aunque fuera por unas horas de la cruel y dura realidad que nos rodea y que posiblemente han condicionado que para los propios artistas lo mágico haya dejado de tener la fuerza motora necesaria para su subsistencia.
Pero el circo como espectáculo, como le sucedió al teatro o a la ópera, no está condenado a su extinción sino a su renovación. Los tiempos cambian nos guste o no.
El nuevo paradigma que se le presenta al circo como género artístico, pues sin duda es un arte, requiere una toma de conciencia en la que las formas no estén supeditadas a mensajes que eran subliminares en el pasado o no tenidos en cuenta, como la explotación de animales (aunque también las hubo de personas me acuerdo ahora también de Elepahnt man, otro gran filme), sino a un concepto en el que nadie se sienta con el remordimiento de pagar una entrada por asistir a una exégesis de lo que allí ocurre consciente o inconscientemente.
El circo siempre ha tenido la facilidad de reinventarse. Recordemos que su antecedente más directo es el romano imperail de principios de siglo en la era de Jesucristo. Y desde entonces, siempre ha encontrado nuevas fórmulas de acercamiento a los espectadores o receptores, siendo éstos cada vez más participantes del proceso artístico.
No creo que haya muchas personas en el mundo, al menos en el que llamamos civilizado, que no haya disfrutado con una función de circo. La magia, el malabarismo, los payasos son, en parte, los elementos en los que reside la estructura sólida de este tipo de manifestaciones. Por tanto, lo que se cuestiona no es la validez o no de éste, sino la de ciertas prácticas que no tienen cabida en el mundo actual y que en gran medida se debe al fortalecimiento de movimientos como los pro-animalistas.
Pero sería absurdo pensar que esta crítica que se hace de ciertas prácticas no haya estado en la mente de cualquiera de nosotros. En más de una ocasión hemos oído noticias de vejaciones que nos deberían avergonzar como personas, como seres humanos. La privación de libertad de muchos de estos animales, las malas condiciones de cuidado, el maltrato físico y posiblemente psicológico (¿han oído hablar de la depresión de los perros?). Todos estos condicionantes no sirven para enterrar al circo como uno de los mayores atractivos de niños y mayores, sino de parte de su construcción que ha quedado obsoleta y que debe ser sustituida con creatividad e inspiración.
El circo, y creo no revelar nada, es un mundo duro más allá de lo que se ve el día del estreno, como lo son en general las artes: infravaloradas, mal pagadas, poco reconocidas, etc
La quintaesencia del circo está, por tanto, en su propio mundo fantástico y mágico que no puede ni debe morir porque indiscutiblemente asesinarían a la vez la posibilidad de abstraerse aunque fuera por unas horas de la cruel y dura realidad que nos rodea y que posiblemente han condicionado que para los propios artistas lo mágico haya dejado de tener la fuerza motora necesaria para su subsistencia.
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